Una vivienda modesta pero adecuada a las necesidades de las personas que ocupan el Parque Indoamericano tiene en el mercado un valor inferior a los USD 20.000. En una construcción industrializada, además, pueden fabricarse por poco más de $ 30.000, a lo que debe agregarse el terreno. Sin que implique publicidad, alcanza con visitar un sitio cualquiera (por ejemplo, http://www.micassa.com.ar/oferta.html) para comprobar la cifra.
Partiendo de esa suma (en la realidad barrial, no llegaría a los USD 20.000, o sea $ 80.000 por vivienda) y teniendo en cuenta los censados (5.000), puede estimarse una necesidad de 1250 viviendas, aproximadamente, a razón de una cada cuatro personas. Eso daría un monto requerido de 25.000.000 dólares. ¿Es esa una suma inaccesible?
Como siempre en estos casos, lo que vale para dimensionar una cifra son las comparaciones.
El monto significa que con 13 días de subsidios de Aerolíneas –que recibe dos millones de dólares por día-, tendríamos viviendas para todos los reclamantes en el parque Indoamericano.
Y además se habrían salvado cuatro vidas humanas, decenas de heridos y una grieta en el cuerpo social que tardará tiempo en cicatrizar.
¿Es necesario entonces desarrollar todo este arsenal de masturbación intelectual e ideológica que surge de las usinas oficiales, buscando descalificaciones a “la derecha”, al “neolibealismo”, al “macrismo” o a la “xenofobia”, instalando un debate poco menos que fundacional donde sólo alcanzaría con aplicar el “apotegma Barrionuevo”, de dejar de robar tan sólo por una quincena y sólo en Aerolíneas, para solucionar un problema puntual en fase crítica?
Un gobierno de opereta sigue acumulando muertos por infantilismo. Mientras tanto, las bandas de narcotráfico con algunas complicidades oficiales siguen y seguirán en los próximos días adueñándose del uso de la fuerza, que en otros tiempos solíamos decir que debe ser monopolio del Estado en cualquier sociedad civilizada.
El daño que el peronismo en el poder está haciendo al país en estos días no tiene precio. Y nos está conduciendo, además, por un camino por el que después será muy difícil retroceder, por los odios que va generando y los sentimientos de revancha que dejará sembrados.
No se anuncian días sencillos. Por el contrario, perdidas las esperanzas de gestos maduros desde el escenario, serán tiempos de prueba para la templanza, la sensatez y el sentido común de la mayoría de los hombres y mujeres de buena voluntad.
Mientras, sería bueno pasar en limpio el problema despojándolo de sus adornos intelectualoides y pasar a su solución. Que sólo requiere buena voluntad y buena conciencia.
Ricardo Lafferriere
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