lunes, 5 de septiembre de 2016

De vuelta al mundo

Es Macri, pero es la Argentina.

Es la Argentina, pero es Macri.

Las distinciones recibidas por el presidente de la República en la Cumbre del G 20 ubican nuevamente a nuestro país en una senda de respetabilidad y reconocimiento internacional singularmente prometedor.

Obama, Xi Jinping y Vladimir Putin, no se destacan, precisamente, por regalar elogios.
El primero: “Felicito al presidente Macri por el rumbo que le está dando a la economía argentina”.
El segundo: “Celebro que hayan vuelto al mundo”.

El tercero: “Estamos listos para avanzar en los acuerdos entre YPF y GASPRON”; “Sabemos que próximamente la Argentina presidirá el Mercosur y queremos avanzar con el acuerdo de cooperación comercial y económica con la Unión Económica de Eurasia”.

También las reuniones bilaterales con el presidente de la India, el jefe de gobierno español y directivos de importantes empresas chinas que anunciaron inversiones importantes en sus filiales en Argentina, señalan el espíritu positivo con que se ha recibido en los ámbitos de decisión más importantes del mundo la transformación que se está produciendo en la economía y la política argentinas.

El presidente, por su parte, ratificó la identificación de la República Argentina con las metas del G-20 –firmadas en Londres en el 2009- entre las cuales el desarrollo económico, la protección ambiental, la lucha contra el terrorismo y el trabajo conjunto por la equidad económico-social son ejes destacados. 

Ese acuerdo fue firmado por nuestro país durante la presidencia de Cristina Kirchner, quien aunque concurrió a esa reunión y no lo firmó personalmente, dio instrucciones al Canciller que así lo hiciera, luego que ella se retirara anticipándose al final de la reunión. Pequeñeces internas al margen, este nuevo papel de la Argentina profundizado por Macri puede considerarse entonces una política de Estado.

Hoy, la República Argentina tiene una voz coherente y eso es reconocido por todos.

El año próximo, la sede del G-20 será en nuestro país. Sería bueno aprovechar el escenario para profundizar la imbricación cosmopolita retomando el camino que Argentina supo desempeñar en sus tiempos de auge: respeto universal por derechos humanos, convivencia en paz, vigencia del estado de derecho en el plano internacional y solución pacífica de las controversias.

Es una nueva oportunidad de cuyo potencial debemos tomar conciencia y aprovecharlo.


Ricardo Lafferriere

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