El Administrador General de Ingresos Públicos (que agrega a su cargo, de facto, el de Comisario Político de Acceso y Uso de Divisas) especificó que la moneda extranjera adquirida con fines de ahorro podrá ser utilizada para gastos de turismo sin que sea alcanzada por el
anticipo de 35% a cuenta de Ganancias o Bienes Personales, respecto del 20% que
pagó
si no lo dejó depositado en el sistema bancario, o si luego lo usa a través de tarjeta de débito para cubrir gastos en el exterior.
Dio a conocer además
la tablita que utilizará
para "autorizar" la compra de divisas a
aquellos que deseen ahorrar en moneda fuerte. La alternativa sólo estará
al alcance de quienes tengan un ingreso superior a
dos salarios mínimos -los jubilados parece que no podrán,
a pesar de la intención del Ministro de Economía
dijo ser ¨guardar los dólares para los que menos tienen¨-
De esta forma, los valores de la divisa
recorren un abanico que comienza en $ 5,20 y llegan hasta los $ 12/13, según
oportunidad, destino y contactos de quienes participan en una operación.
Comienzan el recorrido con el reconocido a
los productores agropecuarios. El "dólar
soja" (35 % de retención sobre $ 8) quedaría en $ 5,20. Sería el dólar más barato de la economía, sólo al alcance del Estado -beneficiario de la retención a la exportación-. La curiosidad de este precio consiste en que funciona sólo en un sentido, ya que si el productor necesita adquirir insumos
importados o con componente importado, deberá abonarlo con la divisa que consiga en el Mercado "Único¨
de Cambios.
A partir de allí,
empieza a subir según la clase de retención, hasta llegar a
los $ 8, número mágico que según el equipo "Coki-llof" sería
el verdadero "nivel de convergencia" (¿?).
Ese dólar
estará
al alcance de quien necesite importar y obtenga la
autorización respectiva de la Secretaría
de Comercio, luego de los trámites correspondientes, y del BCRA haciendo lo propio. Deberá realizar, obviamente, los trámites
de importación, y obtener los dólares en el
"Mercado Único de Cambios". Mejor dicho, en el mercado "Único" de cambios.
En punto comienzan a aparecer los dólares para "particulares".
Quien adquiera dólares
para "atesoramiento", previa autorización
de la AFIP en su papel de Comisariato Político
de Acceso y Uso de Divisas, lo hará a dos precios
diferentes: $ 8 si los compra y los deja depositados en un Banco por más de un año (ja); a $ 9,60 si se los lleva físicamente
haciéndose responsable de su guarda y cuidado, o se los gasta.
Quien adquiera pasajes internacionales y
realice compras en el exterior, el precio que deberá pagar será
de $ 10,80. El mismo precio deberá abonar quien adquiera bienes por correo internacional, hasta un máximo de dos compras y un total de 25 dólares
al año.
Quien desee quedar al margen del Comisariado
Político de Acceso y Uso de Divisas, deberá abonarlo a $ 12/13, según la cotización que obtenga de la negociación
en cada momento en el mercado libre denominado "blue".
Este último
precio regirá
también para quienes
quedan por fuera del control del Comisariado Político
de Acceso y Uso de Divisas. Integrarán ese grupo desde
"quienes menos tienen" (es decir, aquellos cuyos ingresos no alcancen
el mínimo de dos salarios mínimos) hasta
quienes los necesiten para cambiar su vivienda, realizar una compra de
medicamentos en el exterior sin ser exportador o necesiten ahorrar en moneda
fuerte para cualquier objetivo personal, sea instalar un negocio, organizar una
microempresa, adquirir un bien al contado o simplemente tener la tranquilidad
de un ahorro fuera del alcance de las decisiones arbitrarias de cualquier
funcionario.
Algo bueno, para quienes buscamos siempre
encontrar la "mitad medio llena" del vaso: nos obligará refrescar los conocimientos de Matemáticas,
especialmente las ecuaciones compuestas, las que regirán cada vez más nuestra relación con el dinero. Porque -no olvidemos- a los valores mencionados
deberemos cotejarlos con la evolución de los precios,
de nuestros salarios, de las tasas de interés
y de las perspectivas de cambio de cada una de ellas ante los cambios horarios
de las disposiciones vigentes. El "arbitraje", mecanismo utilizado
usualmente en los negocios y en el sector financiero para los diversos cálculos que debe realizar el sector, deberá ser incorporado a la vida cotidiana para comprar tomates, ponerle
valor a un servicio -gasista, electricista, plomero, albañil-, animarse a financiar una bicicleta o cambiar la plancha
porque la que teníamos se quemó.
Claro que todo eso, y no tener ya más dinero, será
virtualmente lo mismo. De hecho, es volver a antes de
la invención de la moneda, en Libia, hace 2600 años...
Ricardo Lafferriere